domingo, 8 de marzo de 2009

Despierto XXVI

Fumaste mi adn y ahora vivo en tí. Suavemente envuelvo tu oxígeno. Y te asfixio. Me asfixio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es lo que tiene dejarse penetrar por el humo. Que así como nutrirte te consume. Que forma parte de tí pero te anhega.

Un beso, muy grande.