miércoles, 8 de julio de 2009

Despierto XLIV



No me mereces. Ni merezco merecerte. Y ahora te olvido y no me recuerdes que te recuerde.

2 comentarios:

José Prades dijo...

lo tienes un poco complicado,supongo, aunque realmente es muy fácil
un abrazo...

Lidia dijo...

El camino hasta lograr olvidar algo por completo, a veces, es francamente difícil, sobre todo si la situación objeto o persona a olvidar están por así decirlo muy presentes o somos susceptibles de toparnos con ellos en algún que otro entorno.
Sin embargo, creo que es un ejercicio de mentalización progresiva.

Como sabes, me ha llevado olvidar a alguna que otra persona, meses, y a alguna que otra, años. Pero al final se consigue. Cuando menos te lo esperas empiezan a transcurrir días sin pensar en esa cosa tan infructífera y que tantos dolores de cabeza te causa.

La mejor receta: ser indiferente por justicia. Si no se merecen que les hagas caso, no se lo hagas.

Insisto, al principio difícil y luego...una realidad.

Un besito desde los charcos.