jueves, 22 de enero de 2009

Despierto VI



Ni la más oscura de las noches,

se apoderó de mi luz.


Ni la más clara de las mañanas,

cegó todos mis conscientes.


Ni el más crudo de los bocados,

ahogó mi garganta en sabores.


Ni el más bello de los roces,

calmó mi piel ansiosa.


Nada ni todo es suficiente, si mi ser no se inunda de ti.

3 comentarios:

José Prades dijo...

Ya he encontrado mis palabras en tu texto...
Es mi momento ombliguista, como siempre:

"...nada me es suficiente,
si no inundas mi ser, de mí."

Anónimo dijo...

Sigue escribiendo.

Llénanos de tí.

Házlo sin temor porque, al menos yo, sé llegar a la orilla si me inundas.

O nos ahogamos juntos.

Anónimo dijo...

La piel activa el ansia, el ansia acentúa el sabor, el sabor, crudo explota dentro de uno.
Serpentea en el interior y nos fagocita de dentro a fuera, destapando la mayor de las esencias. Yo.